El palacete de la familia Paya Alonso de Medina, después de más de tres décadas, esta restaurado, va albergar por fin el tan añorado museo de la muñeca, una de las cosas más esperadas por los Colivencs, tantos años con esta promesa, que la muñeca tenga su merecido museo, durante años este ha sido el motor económico de Onil, un pueblo que trabajo de noche y de día en sus fabricas, gentes de otras partes de España que vinieron asentar sus raices con los Colivencs, hoy sienten este museo que es parte de ellos, como Colivencs que son, porque la muñeca nos dio bienestar a todos. En los años cincuenta del siglo pasado fue como la maquinaria se puso a toda marcha con la muñeca recogiendo el testigo Eduardo Juan Sempere que fue el primer empresario innovador en este sector por los primeros años del 1900, siguiendo los pasos de Ramón Mira Vidal un hombre que comenzó este sector de la muñeca que sigue siendo el indicativo de Onil.
Este palacete hace años el tejado fue reparado en su totalidad, ahora todo, es decir la casa del hort como la conocemos en Onil, esperemos ver en sus dependencias antiguos tesoros como aquellas muñecas, Diana, Cayetana, Mariela, Guendolina, Paulova que estaban en aquellos años cincuenta, mucha más que muchos Colivencs de avanzada edad tendrán en sus mentes, muñecas hechas de gacha.
Para los amantes de la muñeca, diremos que son más antiguas que la vida del hombre. En la necrópolis de Otanur ( Albacete) se encontraron cinco, una de ámbar y cuatro de marfil, con unas bandejitas de vidrio.
Fuente. Fernando Diaz- Plaja.
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